Mi trabajo en esencia se basa en la creación de imágenes para devoción particular y hermandades, restauración de arte sacro, figuras para misterio…
Los materiales que trabajo como base son barro y madera policromada al óleo, pátinas naturales, postizos y barniz.
Mi proceso de creación, primero es conocer las preferencias e inquietudes del cliente, para poder plasmar con mi sello propio la imagen que venerará en su culto público o privado.
Tallas en barro y/o madera policromadas al óleo,
Restauración de imaginería, limpiezas de policromía, fractura, reintegración de lagunas...
Imágenes por encargo de diferentes tamaños en barro y/o madera.
Próxima exposición:
Torremolinos:
Sacrum: I Salón Internacional de patrimonio Sacro.
«Palacio De Congresos 25, 26 y 27 de octubre de 2024»
Granada:
» La herencia de la escuela granadina 500 años después» en el Museo-Monasterio Carmelita AO de Granada. Ubicado en el Monasterio de la Encarnación, Granada.
Trabajo en Granada, pero he realizado encargos nacionales e internacionales, así como Tenerife, Madrid, Portugal, Italia...
La imaginería es una rama de la escultura, la cual es una de las Bellas Artes, en la que su foco principal es la representación de imágenes de carácter religioso y devocional.
Esta vertiente surge en el arte Barroco español donde se empieza a dotar a las imágenes de mayor realismo, dejando atrás los cánones estéticos del Renacimiento, estas tallas se realizan en madera, principalmente de cedro, o barro cocido policromado al oleo.
En el arte de la imaginería cabe destacar la creación de imágenes de vestir o de candelero, son imágenes en las que la parte visible de la imagen es la parte policromada y tallada con candelero de listones, generalmente, y brazos articulados.
Las principales escuelas de imaginería en España son la castellana con Gregorio Fernández cómo imaginero destacado. Por lo tanto para una detallada descripción sobre el estilo de la época y su autor, podemos centrarnos en su obra Santo Cristo de la Luz, que la realizó sobre 1633, ensalzando en el rostro dolor y patetismo, con profusión de sangre y una depurada anatomía, manteniendo unas líneas rectas en el paño de estilo gótico. Sus obras se caracterizan especialmente por su realismo con expresiones muy vivas, dando especial relevancia a la policromía, es por ello que es el mayor representante de la escuela castellana.
La escuela murciana, puesto que en el primer barroco no había escultores que trabajaran la imaginería, necesitaban solicitar obras a escultores de Granada como Alonso Cano o Pedro de Mena, por lo que la escultura estaba más enfocada a la elaboración y decoración de retablos y a imágenes de bulto redondo para el culto y veneración.
Fue a finales del S.XVII con la llegada de Nicolás de Bussy con quién se puede ubicar cronológicamente el comienzo de la escultura en Murcia, con su obra Cristo de la Sangre, el cual posteriormente conocería a Nicolás Salzillo llegado de Nápoles, el cual comenzó a presentar sus obras en concursos y requerimientos de Cofradías Pasionarias, creando así su obrador. Al fallecer en 1727 legaría a su hijo Francisco sus conocimientos y el obrador familiar , que Francisco Salzillo, lo constituiría como uno de los talleres de la escultura barroca mas importantes de la geografía española.
Es complicado nombrar una obra cumbre del escultor, dado el extenso catálogo escultórico que dejó. Así Su estilo aporta esa belleza formal con cánones clásico y también posiblemente de modelos renacentistas, demuestra una capacidad técnica de la talla en madera, técnicas de policromía y estucado, que por lo tanto consiguió crear unas características en su obra que serían emuladas en siglos posteriores.
En pos de lo que certifica APROHA (Asociación Profesional Española de Historiadores del Arte) Reconocen cuatro escuelas de escultura: castellana, granadina, sevillana y murciana. Dado que el término escuela andaluza no esté reconocido por los historiadores del arte, diferenciaremos la escuela granadina y la escuela sevillana. No obstante el Barroco en la imaginería granadina y sevillana se caracteriza por imágenes de gran realismo y rasgos suavizados respecto a otras escuelas de imaginería española.
Entre los mas destacados de la escuela sevillana encontramos autores como Juan de Mesa, autor del Gran poder de Sevilla o Martínez Montañés con el cristo de la clemencia o cristo de la pasión de Sevilla.
Esta vertiente de la escultura en el Barroco se caracteriza por el uso de materiales postizos en las obras como son lagrimas de cristal, pestañas de pelo natural, ojos de cristal o incluso cabellera de pelo natural.
Granada fue uno de los principales focos artísticos en el siglo XVII. De ahí surgieron escultores imagineros como Alonso Cano, José de Mora o José Risueño entre otros.
Las imágenes de la escuela granadina se diferencia de la escuela sevillana por la interiorización del dolor, con policromías anacaradas y tez pálida.
Las dolorosas granadinas se caracterizan por ser imágenes de mirada baja, boca cerrada y manos entrelazadas conteniendo el dolor de María. Respecto a las imágenes cristíferas, se representan con menor conceptualización de sangre y con largas cabelleras de pelo natural.
